Esta es la fotografía que ilustra a la perfección el año que se acaba. 365 días en los que ha habido zancadillas, espinas, situaciones surrealistas, falsas promesas, una ausencia insustituible como el cocker que se me fue con 14 años -Manolita- y, también lo diré, algodones de azúcar, gente nueva maravillosa y algún regalo inesperado.
Espero que de hoy en un año esta foto se llene de color y el túnel quede atrás. Uno piensa que a los 53 todavía hay tiempo para aprender. Gracias por estar ahí y os deseo que vuestra vida tenga color en este 2018. Pensar que las cosas pueden ir a mejor, a mucho mejor, no es tan solo optimismo.
Sergio, feliz 2018!
Yo también soy de las que pienso que todo va a ir mejor y empiezo y acabo el año pensando en positivo 😊➕.
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Siempre positivo. Siempre. Sergi +. Gracias.
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